miércoles, 17 de abril de 2013

Carrodilla y Guara, dos gigantes dormidos.



- “¿Qué son esos suspiros mi pequeña Gabardiella? 
– Padre, me he enamorado de un hermoso pico. 
– Es la naturaleza, hija mía, ya eres una hermosa moza. ¿Quién es el afortunado? 
– Es Gratal, el monte que reluce frente a nosotros. 
- ¡Gratal! ¡Ese pobre pico sin bosques no tiene pueblos que cuidar! 
– No importa, lo quiero como es. 
– Olvídalo, pues no sucederá.”




Según las leyendas pirineistas, el gigante Guara, fue el artífice de que el gallardo Gratal y la revoltosa Gabardiella, no unieran sus corazones. El flamante caballero Gratal tras esta separación clavó su larga y afilada lanza en las entrañas de Guara, creando asi la larga pedrera que lleva hasta el pico que da nombre a esta sierra.

El punto más alto de Guara es el Tozal, que con sus 2077m. Se alza entre las llanuras de la hoya. Sus montes, de carrasca y roble, se avistan como un pequeño velo en sus largas pedreras que bajan desde la cumbre.

El dia no nos acompaño esta vez, desde el momento que dejamos el coche en el parquing  de Santa Cilia, unas oscuras y amenazadoras nubes nos hacían preveer que nos íbamos a mojar un poco. El serpenteante camino, ascendia sin tregua entre las nubes que iban levantándose a medida que íbamos acercándonos a ellas.

Unos minutos antes de llegar a las místicas balsas antes de llegar a vallemora, se nos echa encima la tormenta. Menudo chaparrón de agua. En ese momento, decidimos seguir adelante a ver como sigue el día e intentando resguardecernos en algún lugar, aunque sin éxito.

Una vez en vallemora, almorzando en el pozo de hielo, deja de llover, pero no mejora el dia. La niebla y desde hace desde ya  un rato la nieve hace su aparición no dejándonos diferenciar casi nuestro entorno. Desde entonces y hasta alcanzar la cima había que guiarse por nuestro instinto y el reloj (gracias al altímetro).

Con una cima mas en nuestros bolsillos, y tras comer algo en el pozo de hielo, volvemos sobre nuestros pasos, comentando la siguiente escapada.

La Sierra de la Carrodilla forma junto a Guara, las dos sierras más importantes del prepirineo aragonés. El Buñero, de 1109m de altura, es la cima de esta sierra en la que guarda pueblos y lugares perdidos en el tiempo.

La ruta que hemos seguido, parte desde el congosto de Olvena, en el que hay que salvar un buen desnivel hasta superar el barranco. Una vez allí nos encontramos con la pista y unos bonitos bosques de pino verde que hacen que el camino sea más vistoso y entretenido. Con la cuadra Blasco, lugar donde se pactaba el precio de los productos agrícolas a principios del siglo XX, nos topamos siguiendo el sendero y desviándonos del camino hacia la margen izquierda. Señorial casa de campo junto a la desapercibida ermita de San Andrés, inicio del barranco al que da su nombre.


Personalmente, no encontré en ninguna de mis visitas por la zona indicios de la ermita, Pues esta total
mente sepultada por la maleza y el tiempo que tenia era escaso. Quizás para la próxima.



Esta ruta dura cerca de dos horas y media hasta llegar a la cima del Buñero. En el que tendremos unas espectaculares vistas del pirineo, por la parte norte, y del cinca medio por la parte sur. Es muy sencillita y muy fácil de seguir a través del sendero que asciende desde el puente de la sierra y la pista que llega hasta este idílico punto.
Cima del Buñero (1109m), al fondo Cotiella y Turbon.
Cima del Tozal de Guara (2077m).


















En definitiva, dos bonitos lugares para ir escoltado de buena compañia. os lo garantizo!
Nos vemos en la siguiente.

Saludos!

1 comentario:

  1. Habrá que crear eventos para esas escapadas y formar parte de la buena compañía!!!

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